más conectado podemos darnos cuenta de las numerosos hábitos que tenemos en común con el resto de la humanidad. Nuestras costumbres y maneras de enfocar la vida parece que también son
globales. Y una de esas costumbres son nuestros propósitos de cada año.
Comienza el año y con ello un entusiasmo y una motivación de dejar atrás los hábitos que nos pesan para incorporar historias nuevas a nuestra vida, nuevas costumbres, más positividad, menos enfados, más deporte o mayor resolución. De algún modo en nuestro lado más profundo (esa voz que podemos oír si estamos en silencio) somos conscientes de que estos propósitos se irán diluyendo, sutilmente, poco a poco y terminarán olvidados hasta el siguiente año porque somos unos procrastinadores natos!!
Para entender este concepto de una manera divertida y original os comparto este vídeo de TED Talk (página que también os recomiendo).
Ahora que ya sabemos lo arriesgado que es para nuestros objetivos personales no tener fechas que pongan en alertan a nuestro "monstruo del pánico" os enseñaré una técnica sencilla que proviene de la psicología coaching llamada SMART y que puede ayudarnos a evitar esa procrastinación y que además nos coloca a nosotros como capitanes de nuestras propias metas. Su funcionamiento es el siguiente:
S: Specific (específico): Concretar muy bien el objetivo (escrito en positivo y no en negativo) y lo más claro que se pueda.
M (medible): ¡¡Importante!! este dato tiene que ser numérico. Es en este dato que sabremos si estamos cumpliendo nuestro objetivo. Ejemplo: Caminaré 20 minutos al día, estudiaré inglés 1 hora diaria, leeré 2 páginas cada noche, etcétera.
Este apartado es vital ya que nos ayudará a mantener alerta nuestra tendencia a procrastinar.
A (alcanzable) y R (realista): Esta información tiene que ver con nuestras fortalezas. Posteriormente lo explicaré de manera más detallada pero lo que cuenta es que entendáis que si no habéis realizado nunca deporte no comenzaréis poniendo tres horas diarias para correr. Esto no sería realista en un inicio y provocaría frustración, ¿no os parece? Pues este mismo ejemplo se pude aplicar a todo, es mejor empezar con pequeños pasos e irlos conquistando poco a poco.
T (tiempo definido): Este es el otro dato importante asociado a la procrastinación!! ¿Durante cuánto tiempo voy a dedicarme a mantener mi nuevo objetivo (dos meses, tres meses, cinco meses)? Es importante que en un comienzo el tiempo no sea mayor a seis meses para que nos de el tiempo de premiarnos, motivarnos, observar nuestro evolución y después proseguir.
¿Qué os parece? ¿Os animáis a ponerlo en marcha para este año y evitar con una herramienta práctica nuestra terrenal tendencia al hábito de la procrastinación?
Cualquier consulta no dudéis en escribirme.