La realidad se construye dos veces

La frase del título de esta entrada no es mía, sino que está extraída del libro de Stephen Covey "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”. La llevo practicando desde que era casi una niña como un juego familiar instaurado en casa, visualizando dónde nos gustaría estar en el plazo de un año de dos o hasta de diez años. Al principio se divaga mucho pero posteriormente y cuando llega un autoconocimiento más profundo, estas construcciones se convierten en un cuaderno de bitácora importante.

¿Para qué sirve proyectarse? Para que el cerebro logre ver, escuchar o encontrar aquella información que previamente y de manera detallada le hemos proporcionado. Es como la vieja historia que ocurre cuando decidimos de manera exacta qué coche queremos comprar (el modelo, el color). ¡Comenzamos a verlo por todas partes! Este fenómeno sucede porque el cerebro sabe localizar la información que se vuelve relevante para nosotros. Así que esta es una de las razones más poderosas para incorporar este ejercicio a nuestra vida.

La segunda razón y esta viene de la psicología coaching es que es relevante crear estímulos, motivaciones y acuerdos con nosotros mismos. Escribir las metas, las acciones que queremos incorporar a nuestra vida crea acuerdos ya que la segunda parte de este ejercicio es proponer las actuaciones que realizaremos y que están dentro de nuestro círculo de influencia para conseguir aquello que hemos proyectado. Es decir, no es un ejercicio de magia sino de compromiso.

En el caso de que no sepamos o no tengamos claro dónde proyectarnos podemos ejercitarlo desde el punto de vista emocional. Escribir cómo nos gustaría sentirnos en las distintas áreas de nuestras vidas (trabajo, salud, pareja, familia, etc.) es igual de importante y clarificador y nos proporciona mucha información. Trabajar con los niños y adolescentes a este nivel es sumamente constructivo.

Así que para un año que viene tan complejo y mal publicitado te animo a que lo intentes y ayudes a poner las velas a tu propio barco de la vida. Recuerda las claves de este ejercicio:

- Concreción

- Detalle

- Compromiso

- Creatividad e imaginación

- Y mucha emoción!

Cualquier duda al respecto no dudes en escribirme.